El arma más letal, es la pluma que desenvainas al expresar tus pensamientos más íntimos
miércoles, 13 de septiembre de 2017
Fragilidad
Cristales sanguinolentos entre mis dedos, presioné demasiado fuerte esta copa. Llena de lamentos, dolores y pesares, de desquicios y sombrías emociones. Corrí al baño, enjuagué mi mano y la vendé con algo parecido a la gasa, pero un poco menos estéril. Barrí los cristales, y me recosté. Mi cama hecha un nudo ciego de sábanas, ácaros, polvo y maleficios. Doblé mis rodillas, las estiré, estaba intranquila, se fue. Dolor en mi garganta, sed en mis labios, lágrimas letales, suspiros trepitosos, tiemblo. Y no me levanto, pues he perdido las fuerzas, este cuerpo no es el mismo, lo ha maltratado el tiempo. El cigarro es amargo, el coñac me gusta más. Cierro los ojos y vuelo alto, sobre las nubes, y luego caigo en picada sobre la cruda realidad, la vida, la muerte, que pequeño filamento los separa, fragilidad.
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