Algo más que una emoción...

Botellas rotas, vasos rotos, colillas en la alfombra. Me siento, carraspeo, mi garganta me duele, a mi alrededor cinco cuerpos de hombre, desnudos. Al parecer fue una noche divertida. No recuerdo bien, con quien me acosté anoche, no sé si con Álvaro o con Josito. Martin tenía una de sus manos sobre uno de mis pechos. Ahora si estaba confundida. Que había hecho. Me levanté, tratando de no aplastar los cristales rotos. Fui al baño, mi pijama ensangrentado, algo raro había pasado. Un ruido molesto que venía del microcomponente, un ruido de radio desintonizada, ensordecía mis oídos. No me resulta inusual amanecer con cinco hombres en la cama, ya no tenía dignidad, sólo me importaba pasarlo bien. Mi vida valía un par de botellas de Chivas Regal y una caja de condones con vibro red. Me dolía el entrepierna, normal, había follado a cinco hombres en una noche. Llené la bañera, me metí dentro, y comencé a fumar. Patricia, se oía de la otra habitación. Era la voz de Cristóbal, difusa, pero ...