Perfecta

Por qué cuando hay luz, tú sombra la opaca delicada.
Se reseca mi garganta, empuño mis manos.
Golpeo las páginas negras, de una historia cruel,
Que acabó de golpe, se acabó la tinta, se quebró la pluma
Me cansé.
Enciendo un cigarro, áspero, amargo, mortal.
Recorro mi mente, y te encuentro difuso.
Acerco mi mano a la tuya, y me quemo.
¡RECUERDOS!
Abro los ojos, eres tú.
¿PANICO?
No.
Satisfacción.
Comentarios
Publicar un comentario