Y he aquí de nuevo,
vagando en el hielo,
dando golpes al unísono
palpitar muerto.
Y he aquí de nuevo,
Gritando en silencio,
guardando en la grieta
dolor siniestro.
Y he aquí de nuevo,
tendida en el suelo,
perdiendo la vida
Llorando de miedo.
Y he aquí de nuevo,
tragando mierda,
Olfateando muertos,
Y bebiendo lento.
Y he aquí de nuevo,
cabando profundo
ocultando mi cuerpo
pudriendome en lamentos.
El arma más letal, es la pluma que desenvainas al expresar tus pensamientos más íntimos
lunes, 14 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Pesadilla
Su voz varonil penetró mis oídos, cómo un coro de ángeles. Su acento bonito, su buena dicción y labia me entusiasmaron del primer hola a tra...
-
Eran las tres y media de la mañana, y yo estaba saliendo del turno de noche del Hospital del pueblo. Las calles estaban oscuras, no había ni...
-
Su voz varonil penetró mis oídos, cómo un coro de ángeles. Su acento bonito, su buena dicción y labia me entusiasmaron del primer hola a tra...
-
Me enamoré de una causa perdida. Pierdo cordura. me estremezco, porque existes, pero no te poseo. Pasan las horas en absoluto silencio. Me ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario